La cuarta edición de las reuniones técnicas apícolas organizadas por ADA AURA los días 17 y 18 de febrero de 2020 en Marcoux (42), reunió a más de 80 apicultores profesionales que vinieron a hacer un balance de la huella ambiental de las explotaciones apícolas.

Por segundo año consecutivo, la producción de miel se vio particularmente afectada en términos de producción, en particular debido a los riesgos climáticos que modifican los recursos melíferos y favorecen la aparición de nuevas plagas. Por consiguiente, las expectativas de los profesionales son importantes, tanto en términos de adaptación como de mitigación.

Solagro hizo primero un balance del lugar que ocupa la agricultura dentro de las diversas fuentes de emisión de gases de efecto invernadero (GEI), pero también del consumo de energía en el sector agrícola. A continuación, se presentaron los principios de los enfoques de evaluación energético-climática a escala de la explotación agrícola y luego se ilustraron los resultados de una explotación apícola con el fin de identificar los principales consumidores o fuentes de GEI. Por último, un apicultor explicó su reciente experiencia de aplicación de medidas para reducir las emisiones de GEI en su explotación, reduciendo su impacto climático en casi un 50%: vehículo eléctrico para viajes cortos, casa de miel compartida con 3 explotaciones construidas con biomateriales o botes de cristal para los consumidores.